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Desde el 5 hasta el 29 de MAYO
Fundación Bilboarte, Urazurrutia 32.
A primero de Julio de 2008 en BilbaoArte, los noruegos Sindre Bjerga y Jan Morten impartieron un workshop en el que bajo el título deHome Crafted Sonics los alumnos participantes fabricaban objetos sonoros a partir del reciclaje y manipulación de todo tipo de artilugios. Allí, mientras soldábamos pequeñas chapitas de metal para crear nuestros propios micrófonos de contacto, conocí personalmente al artista sonoro y bailarín inglés Nick Burge y me habló de sus Trembleators.
Nick nació en Londres en 1954, allí estudió danza clásica y claqué en la escuela de Andrew Hardie para pasar a estudiar danza contemporánea a la London School of Contemporary Dance. Completará estudios en Estados Unidos donde bailará con el Houston Ballet y con el The Joffrey Concert Group, el grupo de danza creado para mostrar en gira por todo aquel país, el trabajo de los estudiantes más avanzados de la prestigiosa escuela neoyorkina Joffrey Ballet School. De vuelta en Gran Bretaña baila con Janet Smith & Dancers (la compañía de la desde 1997 directora del Scottish Dance Theatre) y con la compañía English Dance Theatre. Es a partir de 1989 cuando empieza a crear música electrónica para danza. Por entonces es también cuando conoce a Amparo Badiola –que había marchado a vivir a Londres-. Él le impartirá clases de claqué. Amparo Badiola además, ha estudiado danza jazz y danza contemporánea con el coreógrafo británico Mathew Hawkins, y por si fuera poco es médico, especializada en medicina deportiva. Bailan juntos desde entonces, hasta 1994, cuando deciden tener familia. Nick estudiará por aquel tiempo sonido en el London Collage of Printing y al poco comienza a trabajar en Sadlers Wells como técnico de sonido para teatro. En 2003 deciden venir a vivir a Bilbao y desde entonces vuelven a crear juntos diferentes coreografías.
Volviendo al trembleator, Burge, su inventor explica que la idea parte de una cajas de resonancia creadas para bailar claqué sobre ellas. A estas cajas de resonancia decidió incorporarles micrófonos de contacto, con el fin de poder amplificar su sonido. Posteriormente les aplicó nuevos artilugios mecánicos que responden a los movimientos de los bailarines y que enriquecen sus sonidos. En ocasiones se trata de amplificar, en otras de transformar sus sonidos a partir de elementos electrónicos. La siguiente sería hacer que la caja se abra y pueda ser tocada como un nuevo instrumento de percusión.
Con sus dos primeros trembleators Badiola y Burge presentaron su pieza de danza “Entretenidos” en Bilbao. En Octubre de 2007 estuvieron en el BAD y en Enero de 2008 dentro del programa Zer(k)nias en La Fundición. En Junio de 2008 dentro del Festival Internacional de danza en paisajes urbanos y muestra de video Lekuzleku deciden convertirse por un día en trio. Burge llama al músico y compositor británico Craig Vear con quien colabora regularmente en el proyecto Stretch –una instalación interactiva que incluye escultura, danza, música y video- dirigida por la artista plástica Sophia Clist. Vear colaborará tocando los trembleators.
En su danza los dos personajes (Badiola y Burge) se sirven de estos instrumentos para embarcarse en una búsqueda de sonidos. Es una danza sonora. Mientras, se relacionan entre ellos. Ellos se buscan en el otro, anhelan su reflejo, evitan mirarse cuando se tocan. Pausas. Silencio. Sobre todo se escuchan. Y así se mantienen entretenidos.
Pero Amparo y Nick no querían acabar aquí con el tema de sus instrumentos inventados, así que solicitaron una beca de BilbaoArte –que les fue concedida- y en los últimos meses no han parado de trabajar en su taller. Allí la cosa ha ido más allá y los trembleators han evolucionado y han tenido familia. Se han convertido en esculturas sonoras. Les han incorporado patas, un banquito para sentarse, una piel artificial que los hace más glamourosos, luces, algunos juguetes electrónicos sonoros, una especie de theremin que parece funcionar con la luz,… Y ya de paso han inventado otro par de nuevos intrumentos y han añadido video a su presentación. Los trembleators han adquirido definitivamente la categoría de escultura sonora, naturalmente interactiva.
Según me comentaba Amparo, entre sus próximos proyectos está el de organizar workshops para enseñar a utilizar el trembleator. Se harían talleres para músicos, talleres para bailarines, talleres para niños. La improvisación resulta interesante, pero hay que aprender a improvisar primero. Los trembleators puden crear infinidad de sonidos, pero hay que conocerlos. A través de un pequeño aprendizaje, quienes participen de su performance o admiren sus esculturas sonoras, podrían utilizarlas a modo de instrumentos de una forma creativa aportando sus propias ideas.
Si aun no has visto los trembleators, no te preocupes, estate atento y seguro que tienes la oportunidad. De momento éste mes de Julio, que a pesar de la crisis, es tiempo de viajar, si te pasas por Manchester, en su festival internacional (MIT), podrás encontrarte con el exquisito trabajo de Badiola y Burge, pero además podrás disfrutar con el debut operístico de Rufus Wainwright; un doble concierto con Kraftwerk y Steve Reich; una exposición de arte comisariada por Marina Abramovic, una procesión organizada por el artista Jeremy Deller y muchísimas otras cosas destinadas a un público inquieto.
Publicado por Txema Aguiriano
Noticia extraída de MAMORRO